El cierre de minas que han sido explotadas en Bonanza industrialmente en el sector del bloque Panamá, no ha sido suficiente para evitar que los mineros artesanales sigan buscando oro, aunque esto signifique perder la vida. La justificación de los pobladores es que deben buscar la vida aunque en el intento fallen.

Solo en ese bloque se ha cerrado un portal (área de explotación industrial) y 15 chimeneas (perforaciones para ventilar zonas donde trabajan los mineros y que sirven como rutas de evacuación para cualquier evento), pero aún así, camuflados, los pobladores se las ingenian para entrar y buscar el precioso metal.

En el cerro Pelón, también en Bonanza, las autoridades municipales han declarado que no puede ser trabajada por el peligro de deslave, sin embargo en este lugar hay unas 200 personas dedicadas a las labores de la minería.

En este lugar recientemente quedaron atrapados varios mineros artesanales y fallecieron dos al quedar aterrados por un deslave, sin embargo la actividad de la minería artesanal sigue siendo permanente en la zona.

Josli Smith, un minero artesanal de este sector, señaló que siguen sacando material aurífero, pero además hay generación de empleo para picar piedra y jalar los sacos con material.

Plan de Ordenamiento

En el Plan de Ordenamiento y Desarrollo Urbanístico de Bonanza (PODU) se aborda que la minería artesanal e industrial debe ordenarse y a partir de ahí se ha trabajado con las instituciones locales y los mineros artesanales junto con Hemco.

El Plan de Ordenamiento de la Minería artesanal tiene cuatro ejes: la parte jurídica —seguridad laboral, medioambiente—, la de higiene y seguridad laboral, la parte social y las inversiones para procesar el material que obtiene el minero artesanal.

Para implementar las acciones en materia de seguridad e higiene laboral recientemente se aprobó una ordenanza para conformar la comisión especial que atenderá a la minería artesanal.

03 mineros artesanales han muerto este año al introducirse en minas abandonadas en Bonanza, no aptas para el trabajo artesanal. En esos sitios se supone son prohibidas las labores mineras.

Muchos de los mineros han sido reubicados de este sector, pero en el lugar donde fueron autorizados para laborar se tiene que hacer una inversión mayor para poder sacar el material.

En el cerro Pelón también hay niños y mujeres que se dedican a picar piedra y con ese arduo trabajo obtienen un poco de ingreso para ayudar en el hogar.

Jackson Espinoza es un niño de 8 años que llega al cerro Pelón a picar piedra cada tres días, allí junto con su mamá quiebran una tonelada de piedra al día y por ello le pagan 200 córdobas.

Esas piedras son picadas para que puedan ser trituradas por los molinos y luego sacar oro.

Niños como Jackson se pueden encontrar en cada uno de los puntos donde laboran los mineros artesanales de Bonanza.

Julia Espinoza es la mamá de Jackson, originaria de Mulukukú y llegó desde hace cuatro meses a Bonanza en busca de una mejor vida.

Aparte de trabajar en la mina que se supone está clausurada, vive en el cerro Pelón —donde también está prohibido habitar— junto a sus cuatro hijos y su esposo, quien se dedica a la minería artesanal.

MÁS DE 130 AÑOS

Bonanza es un distrito minero de más de 130 años de antigüedad y los tres macizos donde se han desarrollado las labores de minería están integrados por tres bloques: el bloque Panamá, el bloque Pionner y el bloque Constanza.

Durante los últimos treinta años las labores industriales se han realizado solo en el bloque Panamá, confirmó Gregorio Downs Rocha, superintendente de relaciones comunitarias y comunicaciones de Hemco. En la medida que Hemco va desarrollando operaciones se van haciendo cierres de chimeneas y portales.

En Neblina Foulling, en el bloque Panamá, se han registrando accidentes con resultados fatales durante este año.

En la mina antigua Edén, en el sector del capitán, también del bloque Panamá, hace un año murió un muchacho cuando se encontraba adentro de la mina, luego de un derrumbe.

Ese sitio había sido clausurado por la empresa minera Hemco, porque ya habían finalizado sus labores industriales y para la minería artesanal el sitio era peligroso.

José Luis Solórzano, secretario del Concejo Municipal de Bonanza, dijo que dos áreas del cerro Pelón no se pueden seguir utilizando para la minería artesanal por el peligro de deslaves. Estos son los sitios más peligrosos, pero igualmente en los otros lugares hay riesgos.

“Se ha creado una comisión municipal para atender el tema de la minería artesanal, en ella están involucrados los actores locales, empresa privada y el gobierno municipal donde se van a tomar las medidas necesarias para reubicar a estos mineros”, dijo Solórzano.