El venezolano no tiene miedo a fracasar en un negocio Sólo 24% teme iniciar una aventura empresarial

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Hay países cuyo desarrollo económico está basado sólo en los recursos naturales que posee, otros en la eficiencia y existe un tercer grupo, casi un selecto club de naciones, que gozan de un impulso en su actividad productiva gracias a los procesos de innovación que tienen y que impulsan sus gobiernos a través de políticas públicas.

Venezuela, junto con Argelia, Irán, Bangladesh, Guatemala, Pakistán y Jamaica, está entre los países que sólo logran avances determinados básicamente por los recursos naturales que tiene en su territorio, principalmente el petróleo. Chile, Perú, Turquía y Uruguay están un nivel más arriba porque se exhiben como economías eficientes. La innovación caracteriza a naciones como Taiwán, Suecia, Suiza, Noruega, Finlandia, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

Esta segmentación de países está recogida en el informe Global Entrepreneur Monitor, que muestra cómo esas características no necesariamente condicionan a sus ciudadanos para iniciar un proyecto empresarial que sea sustentable, genera fuentes de empleo estable y en definitiva contribuya a mejorar las condiciones de la población.

Venezuela es una economía basada en los ingresos que provienen de la exportación de hidrocarburos. Sin embargo, de acuerdo con la investigación, en la población hay interés de iniciar proyectos propios que no estén vinculados con la actividad del Estado o de la renta petrolera.

El estudio también señala que los venezolanos registran una de las tasas más bajas de miedo al fracaso en el emprendimiento de un negocio, lo que implica que una persona puede fácilmente levantarse y cambiar de ramo si no le va bien.

La encuesta que se realizó en Venezuela arrojó que sólo 24% manifestó miedo a fracasar, porcentaje que se considera bajo si se compara con el de Bangladesh de 72%, Emiratos Árabes Unidos con 51% o Corea del Sur con 45%.

Entre los países que tienen tasas de miedo al fracaso en los negocios inferiores a las de Venezuela están Panamá con 14%, Trinidad y Tobago se anota con 17%, Barbados con 19% y Turquía con 22%.

En el documento se sugiere que en las naciones con altas tasas de miedo al fracaso de un emprendimiento, sus gobiernos deberían propiciar algún apoyo para minimizar esa percepción de riesgo y de esa manera motivar a su población a emprender una aventura empresarial, sobre todo en las personas que no están actualmente involucradas en algún tipo de proyecto propio.

“El miedo al fracaso es considerado, frecuentemente, como un importante componente cultural que va en detrimento de la actividad emprendedora. Una persona podría desistir de emprender si los beneficios esperados son menores que los de otra alternativa ocupacional, como los de ser empleado”, dice el informe.

Los analistas del Global Entrepreneur Monitor también destacaron de Venezuela que 48% de las personas que contestó la encuesta dijeron que en el país hay oportunidades para emprender un negocio.

Las respuesta se dan pese a que se considera mayoritariamente que no existen condiciones estructurales debido a la inestabilidad de la economía y la falta de apoyo a programas de emprendimiento, bien sea impulsados por el Gobierno o por iniciativas privadas entre las que se encuentra el sector financiero.

Entre los emprendedores, además, predomina el consenso en cuanto al desacuerdo a las políticas impulsadas por el Ejecutivo, que estarían dirigidas a estimular proyectos empresariales particulares. En el estudio no se señalan las objeciones que se hacen a los programas gubernamentales.

 

Pesimismo y estabilidad

Hay países donde los ciudadanos por el contrario perciben que existen pocas oportunidades para el emprendimiento empresarial. En Grecia es de 11% y en España de 14%. En ambos casos pudiera asociarse con los problemas económicos que afrontan, pero está Japón donde 6% responde afirmativamente.

Las personas con las respuestas más elevadas sobre la percepción de oportunidad de nuevos negocios están en Colombia con 73%, Perú con 70%, Noruega con 67%, Trinidad y Tobago con 62% y Finlandia con 61%. Un caso curioso es el de Bangladesh, que si bien tiene una de las tasas más elevadas de miedo al fracaso –como se señaló anteriormente- también figura con un porcentaje elevado de habitantes que perciben que existe oportunidad de negocio con un nivel de 64%.

En Suiza se registró que 47% de los ciudadanos percibe oportunidades de negocio y 31% manifestó miedo al fracaso, mientras que en Estados Unidos esos porcentajes están en 36% y 31%, respectivamente.

 

Las cifras

43,4% de los venezolanos encuestados dijo que emprendió un negocio porque percibió una oportunidad

28,5% respondió que el emprendimiento lo hizo por necesidad, que puede ser para tener una fuente alterna de ingresos o perdió el empleo.

 

Una nación cargada de incertidumbre

A pesar del riesgo país

Venezuela por años ha figurado en el mundo financiero como uno de las naciones con mayor riesgo país, que es un indicador que se mide por la diferencia de tasa de interés que pagaría el Gobierno por la emisión de bonos de la deuda pública en comparación con títulos similares emitidas por el Departamento de Tesoro de Estados Unidos.

Esta tasa es clave para evaluar la rentabilidad de un negocio en Venezuela y obviamente encarece los costos de cualquier inversión, de allí que muchos particulares –transnacionales o particulares- asumen el indicador en sus cálculos.

En general hay consenso en que el mercado venezolano es atractivo por el nivel y la capacidad de consumo que registra la población, y no en pocas ocasiones las ganancias que ofrecen las ventas en diferentes actividades industriales o comerciales terminan siendo altamente beneficiadas para quienes emprenden un negocio.

Sin embargo, en ocasiones las compañías –y esto obviamente toca a cualquier emprendimiento- deben afrontar alza en la estructura de costos que no contaban y que puedan ocasionar pérdidas debido a decisiones inesperadas del Gobierno como la reciente devaluación del bolívar de 46,5%, el incremento del salario mínimo, reformas tributarias o la aplicación de multas.

 

Fuente: El Nacional

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