7 Claves para adaptarte a un trabajo, cuando eres nuevo.

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Llegar nuevo a una empresa no siempre es fácil, más aún cuando se trata de tu primera experiencia laboral. Hay mucho en juego, y es normal experimentar cierto estrés ante la incertidumbre de lo que te espera, y la presión por responder a las exigencias del puesto, y del equipo. Para ayudarte a superar con éxito este periodo de adaptación, te animamos a seguir estos 7 consejos:

1. Cuida la imagen que proyectas.

Esfuérzate por causar una buena primera impresión, nunca hay una segunda oportunidad para ello, y algunas personas son muy rápidas en formarse un juicio. La estrategia menos arriesgada es ajustarse a los códigos de conducta y vestimenta de la empresa. "Donde fueres, haz lo que vieres".

2. Extrae toda la información posible sobre la empresa y tu misión en ella.

Para ser eficiente en tu trabajo y responder a las expectativas, deberás conocer la empresa y sus objetivos, y averiguar la mejor forma de contribuir a alcanzarlos con tu trabajo.

Es conveniente que indagues en la web de la empresa, memorias de actividades y toda la documentación a tu alcance sobre ello, y complementes esta información con la que puedan ofrecerte tus superiores y compañeros.

Deberás tener la respuesta a preguntas como: cuál es tu misión en la empresa, qué logros se esperan de ti, quién se encargaba de tus funciones hasta ahora, cómo lo hacía, cómo se evaluaba su trabajo, cómo podría mejorarse, qué nuevos retos se plantean, ante quién respondes, con qué apoyo puedes contar y para qué, cuáles son tus competencias, qué autonomía tienes para la toma de decisiones, quiénes forman el departamento y cómo se integra éste en la estructura de la empresa, cuáles son los procedimientos de trabajo y de comunicación dentro de la empresa, etc.

Habrá otros temas que también te interesen, como las vacaciones u otros derechos, pero conviene esperar un poco, y no preguntar por ellos la primera semana. Nuestra prioridad es demostrar estar a la altura de la confianza depositada en nosotros y las exigencias del puesto de trabajo.

3. Relaciónate con los compañeros.

Te resultará más sencillo integrarte en el equipo de trabajo si participas en los actos sociales de la empresa, sean oficiales o no. Compartir el momento del desayuno, ir a las comidas de empresa, o quedarte al salir del trabajo a tomar algo, te ayudará a establecer vínculos con tus compañeros, a conocerlos y que te conozcan mejor, y a estar al día de los temas relacionados con la empresa y el trabajo.

4. No vayas de listillo.

Las aportaciones y propuestas de alguien nuevo, siempre son interesantes de oír. Pero evita emitir juicios sobre el trabajo de otros compañeros a la ligera. Antes, infórmate sobre las circunstancias que llevaron a hacer el trabajo de esa manera, interésate por las razones  para seguir haciéndolo así, reconoce el valor o el mérito del trabajo realizado, y plantea tu propuesta de forma constructiva, es decir, ofreciendo soluciones, con respeto y consideración.

5. Sé un verdadero team-player.

Acabas de aterrizar en la empresa y estás deseando demostrar lo que vales, lo entendemos. Pero recuerda esto, ninguna de tus aportaciones será tan valorada como tu capacidad para trabajar en equipo. Además, rara vez serás el único responsable de tus logros, por lo que compartir el mérito o reconocimiento obtenido por los mismos, no sólo favorecerá la cohesión con tus compañeros, y la futura productividad del equipo, sino que será, con toda probabilidad, lo más justo.

6. Actúa con prudencia.

Por muy rápido que te pongas las pilas, como a cualquier recién llegado a la empresa, hay mucha información que se te escapa. Por esta razón, la mejor forma de no meter la pata es mantenerte optimista y positivo, y evitar valoraciones negativas sobre nada ni nadie perteneciente o ajeno a la empresa. Ya sabes, "Somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras".

7. Pide feedback y resuelve tus dudas

Es normal que te surjan dudas sobre el funcionamiento de la empresa, incluso sobre tu propio trabajo. Para aclararlas, es importante que sepas a quién debes plantearlas y cuándo es el mejor momento para ello. Hay 3 reglas de oro que debes cumplir, si no quieres resultar una carga para la persona encargada de acogerte en la empresa:

  • Si puedes resolver la duda por ti mismo, hazlo.
  • Anota las dudas que te vayan surgiendo para preguntarlas todas a la vez, en lugar de interrumpir el trabajo de los demás de forma intermitente.
  • Apunta las respuestas si es necesario, pero evita hacer las mismas preguntas una y otra vez.
No está de más pedir a tus supervisores y compañeros que valoren tu trabajo, para saber si estás respondiendo a sus expectativas, qué puedes hacer mejor y cómo conseguirlo.

Y por último, sé paciente y flexible, hacerse a un nuevo entorno lleva su tiempo, y en ocasiones, exige hacer algunas renuncias, pero merece la pena. Ten en cuenta que puede haber compañeros que se hayan sentido perjudicados o decepcionados con tu contratación, deberás darles tiempo para que se adapten y te acepten. Si contribuyes a crear un ambiente enriquecedor y productivo, tendrás el escenario más favorable para tu desarrollo personal y profesional.

Fuentes: Elaboración Propia/Portalvirtualempleo
Autor: Anónimo

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