La ausencia de actualización de parámetros sobre los cuales se calculan los descuentos del impuesto a las Ganancias genera que en la Argentina una familia de clase media sea alcanzada por una alícuota similar a la que se aplica para grandes corporaciones, del 35%, de acuerdo con un informe privado divulgado ayer.

El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) sostuvo, además, que al no adecuarse del gravamen a los niveles reales de inflación que se registran en el país, se aumenta la presión tributaria sobre los contribuyentes y se reduce la

progresividad del tributo.

"De esta manera, se desvirtúa la principal virtud del impuesto a las Ganancias, que es lo que explica que sea intensamente utilizado en los países desarrollados", señaló IDESA, y agregó que "se ha llegado a tal nivel de descalabro que una familia de clase media es alcanzada por la alícuota del 35% que es la misma que se aplica a las grandes corporaciones".

Tras conocerse el resultado de las elecciones primarias de este domingo, con vistas a los comicios legislativos del 27 de octubre próximo, el instituto planteó que "el Congreso nacional es la institución pertinente para enmendar las fallas que adolece el

sistema tributario, como por ejemplo la elevación espuria de la presión impositiva de Ganancias".

"Por eso, las elecciones a legisladores nacionales brindan la oportunidad para comenzar a encontrar soluciones", resaltó IDESA en su informe divulgado este lunes.

De todas maneras, la entidad expresó que "lamentablemente, hasta ahora viene prevaleciendo la demagogia, dado que se plantea reducir la incidencia del impuesto a las Ganancias sin propuestas de reducción del gasto público que compensen la menor recaudación".

"Si menos impuesto a las Ganancias redunda en más impuesto inflacionario, el remedio será peor que la enfermedad", advirtió, en referencia al persistente reclamo de vastos sectores gremiales del país, que demandan elevar el piso del gravamen y actualizar con urgencia las alícuotas.

A modo de ejemplo, indicó que "un asalariado que en el 2000 ganaba 2.500 pesos, pagaba impuesto a las Ganancias con una alícuota del 14 por ciento".

Pero "los salarios en el sector formal de la economía se multiplicaron por ocho (8) entre 2000 y 2013, por lo tanto, un sueldo de 2.500 pesos de hace 13 años equivale a $20.000 en la actualidad, aproximadamente.

Señaló también que "en 2013, un salario de $20.000 paga Ganancias con una alícuota del 35%", similar al que tributan las grandes corporaciones, afirmó.

Para IDESA, es necesario "devolverle racionalidad y progresividad al impuesto a las Ganancias", del mismo modo que resulta prioritario "dejar de usar fondos públicos para subsidiar empresas públicas y privadas deficitarias", utilizando el dinero que "se le descuenta a la gente" de su sueldo.

En referencia a la futura conformación del Parlamento nacional, IDESA sostuvo que "en los debates previos a las elecciones, el impuesto a las Ganancias estuvo como prioridad en las agendas".

"Pero prevalecieron los planteos demagógicos, ya que muy poco se dijo sobre qué componentes del gasto público se propone reducir para evitar que la menor recaudación de Ganancias no se traduzca en mayor emisión monetaria", agregó.

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